Las causas del sudor

miércoles, 19 de diciembre de 2007


Por desagradable que pueda resultar en algunos momentos, el sudor es una reacción física vital, destinada a evitar que el organismo sufra un recalentamiento fatal cuando el medio ambiente tiene una temperatura demasiado elevada.

El sudor regula la temperatura corporal y es tremendamente útil cuando hacemos ejercicio.

Cuando el organismo siente que el calor es excesivo, un ejército de unos cuatro millones de glándulas sudoríparas se pone en marcha para evitar que la temperatura interna no pase de los 36,5º, liberando sudor, una sustancia incolora e inicialmente inodora, compuesta en un 99% de agua.



Al entrar en contacto con el aire y evaporarse, disminuye el calor, y además ayuda a eliminar determinadas sustancias tóxicas y, por su pH ácido, tiene propiedades antisépticas y antifúngicas, que protegen el equilibrio de la piel. Por ejemplo, el sudor que cubre la piel cuando tomamos el sol la reviste de ácido urocánico, un componente que ejerce una función extra como filtro solar.

Existen dos tipos de glándulas sudoríparas: las endocrinas, de mayoría aplastante (alrededor del 98%) y distribuidas por todo el cuerpo, pero que apenas producen olor; y las apocrinas, situadas junto a la raíz del vello, y que además de agua, segregan sustancias grasas y aminoácidos que, al interactuar con la flora bacteriana de la piel, se degradan y producen el característico olor a sudor. El problema es especialmente notable en los pliegues de la piel, como axilas o ingles, donde se crea un microclima húmedo que potencia la proliferación de estos microorganismos.

El primer y más eficaz método para evitar el mal olor es la combinación de agua y jabón: ni los más eficaces desodorantes y antitranspirantes actúan sobre la piel sucia, ya que ambos necesitan una superficie libre de bacterias para desarrollar su función. De ahí que éstos deban aplicarse siempre tras la ducha y en áreas limpias.

Sin embargo, un exceso de higiene puede irritar las pieles sensibles. En este caso, conviene emplear un jabón neutro y limitar su uso a las zonas de mayor sudoración (axilas, ingles), sin insistir en el resto del cuerpo.

 

0 comentarios:

Publicar un comentario