El insomnio

martes, 11 de diciembre de 2007


“¡Qué mal he dormido esta noche!”. Seguro que conoce esta frase y ha sentido sus consecuencias: el día se le ha hecho mucho más cuesta arriba. El sueño profundo y reparador es indispensable para disfrutar de una buena salud. Dormir es una función tan natural y necesaria como respirar. Sin un determinado número de horas de sueño, nuestro cuerpo acaba pasándonos factura.

Sin embargo, aunque el más frecuente y conocido es el insomnio (disminución involuntaria de las horas de sueño), son muchos los trastornos del sueño. Se trata de problemas cada día más frecuentes en nuestra sociedad, con especial incidencia en los adolescentes, las mujeres y los trabajadores por turnos. La hipersomnia, o tendencia irreprimible a dormir durante el día o el cambio del ciclo sueño-vigilia, además del sonambulismo, las pesadillas, los terrores nocturnos, la enuresis nocturna, el ronquido o la somniloquia son alteraciones que no nos permiten disfrutar de un sueño reparador.



¿Cuáles son las causas? La vida sedentaria, la tensión psíquica y emocional, la ansiedad, la competitividad, el estrés... Sin embargo, los problemas y las alteraciones psicológicas son los que con mayor frecuencia provocan el insomnio y los trastornos del sueño.

Existen diferentes tipos de insomnio, y es que no se trata tan sólo de la falta de sueño, sino de la calidad del mismo. La forma más frecuente es la dificultad para iniciar el sueño. La segunda forma consiste en dormirse con relativa facilidad, pero despertar varias veces a lo largo de la noche. Por último, la forma de insomnio que mejor se tolera es la de despertarse de madrugada y no poder volver a conciliar el sueño. Es frecuente en personas mayores o en aquellas que llevan una vida muy sedentaria y precisan de pocas horas para descansar.

La falta de sueño puede generarnos problemas de salud bastante serios: hipertensión, enfermedades cardiovasculares, el estrés, la ansiedad o los trastornos gástricos son algunos de ellos.

Por este motivo, las personas con alteraciones y trastornos del sueño deben analizar las causas que los provocan e intentar poner remedio.

# Es importante no llevarse las preocupaciones a la cama, controlar nuestros pensamientos, aislarnos y relajarnos lo más posible.

# Ayuda a dormir bien cenar de forma ligera, beber poco alcohol y no tomar bebidas estimulantes.

# Es importante dormir a oscuras para asegurarse la correcta liberación de melatonina, Al despertar, suba las persianas para recibir luz natural.

# Además se debe procurar evitar los ruidos (en el caso de que no sea posible, se puede recurrir a los tapones para los oídos), que la temperatura de la habitación sea fresca y agradable: la ideal del dormitorio va de los 18 a 20 grados.

# Hay que elegir a conciencia un colchón y una almohada adecuados.

# Cuidado con los productos para dormir, pues pueden provocar dependencia.

# Nada de nicotina ni ejercicio justo antes de ir a la cama. Ambos son estimulantes. Por cierto, los grandes fumadores duermen peor porque a menudo se despiertan en medio de la noche a causa del “mono” de nicotina.

 

1 comentarios:

Dormir es una función vital para nuestro organismo, a través de el recuperamos las energías perdidas durante el día. Aunque el insomnio puede tener muchas causas, como enfermedades que causan dolor como la artritis, artrosis o cáncer. Además la ansiedad, el estrés, cenas abundantes, consumo de tabaco y alcohol, etc. Es mejor acudir a un doctor para que determine la causa del insomnio y seguir el tratamiento indicado.
lortab

Vicodin dijo...
17 de julio de 2008, 13:56  

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